El paso firme, breve, rápido. La sonrisa chispeando tímidamente en los labios y en los ojos. Las manos, una abierta en saludo y la otra sujeta a la barandilla y al solideo. Ante Dios, siempre. Blanco el avión, como una paloma; blanco el pelo del Pontífice, blanca la sotana.
La bajada por la escalerilla del avión simboliza el paso del Papa en Estados Unidos: firme, breve, rápido, bautismal.
Benedicto XVI: hombre nacido como todos, un día como hoy hace 81 años, y elegido como Dios en la tierra un día como el próximo sábado, hace ya tres años.
En medio, como un suspiro, el encuentro con Bush, con los seminaristas y sacerdotes, con los miembros de la ONU, los líderes de otras religiones, los universitarios, los muertos de la Zona Cero y los vivos… Y un mensaje.
Tanti Auguri!, Glücklicher Geburtstag!, Happy Birthday!, Feliz Cumpleaños, Santo Padre! Gracias.
Me uno a tu “Santo Padre! Gracias¡… Y para ti, ¡¡todas!!… por recordarnos fechas tan memorables.
gracias, Cris. Llego tarde, pero gracias…
¡Qué vas a llegar tarde tú! Impactante la tarta del Papa, y las palabras a Bush sobre el sentido de laicidad, y la misa de ayer en el estadio, y el encuentro con las víctimas de los pederastas, y, y, y… Me muero por oír el discurso en la ONU.